El relieve consta de dos unidades: en el norte, las llanuras y colinas de la depresión del Ebro y al sur, las montañas del Sistema Ibérico.
El clima es mediterráneo de interior, más seco al este. La influencia oceánica es patente en el sector occidental del Sistema Ibérico.
La vegetación característica muestra grandes contrastes: bosques oceánicos, mediterráneos y matorral. Los ríos principales son el Ebro y sus afluentes.
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